Declaración de México

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Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM ) y Congreso Judío Latinoamericano (CJL)

      10/'9/2008

Declaración de México

México D.F. a 10 de septiembre de 2008.

El Consejo Episcopal Latinoamericano –CELAM y el Congreso Judío Latinoamericano – CJL, han convocado una importante reunión de líderes de nuestras comunidades de fe en la ciudad de México, los días 9 y 10 de septiembre de 2008 para estudiar conjuntamente la realidad de nuestro continente.

El encuentro ha contado con el apoyo del Comité Central de la Comunidad Judía de México y de la Conferencia Episcopal de México, y ha servido para crear un espacio de diálogo entre los máximos referentes de ambas organizaciones, buscando de esta manera profundizar el entendimiento y el respeto entre católicos y judíos en Latinoamérica y el Caribe.

En conjunto – y a la vez desde las respectivas tradiciones –judíos y católicos debemos trabajar como hermanos, creados a imagen y semejanza de Dios, activamente, en la sociedad civil, a fin de propiciar en nuestra calidad de creyentes y ciudadanos, un mundo más justo y solidario, sostenido por los valores trascendentes comunes de nuestras tradiciones.

Somos comunidades llamadas a construir un sociedad justa y solidaria, inequívocamente respetuosa de los derechos humanos, primordialmente el derecho a la vida, tanto individual como colectiva.

En este sentido, afirmamos la dimensión trascendente de la vida y la importancia de la familia como el santuario por excelencia para la transmisión del amor, la compasión, la solidaridad y la ética, creando desde la más temprana edad todo lo que favorece a una convivencia social, sin prejuicio ni violencia, justa, respetuosa de cada persona y constructora del bien para todos.

Asimismo, inspirados por nuestras respectivas convicciones religiosas, nos comprometemos a redoblar esfuerzos para el fortalecimiento de la democracia en Latinoamérica y el Caribe, promoviendo una ciudadanía activa y dialogante, necesaria para el entendimiento mutuo y cooperación entre las personas, y la coexistencia pacífica y constructiva entre los pueblos, naciones y religiones.

El Estado y los organismos de la sociedad civil deben asumir la responsabilidad que tienen a la hora de definir sus políticas, para que los derechos, las libertades y los valores, favorezcan el bien de todos.

Somos llamados desde la voz de la profecía a confrontar las raíces de las causas de la injusticia, la desigualdad económica, los abusos de poder, de algunos individuos, instituciones, mayorías o minorías, para superar las discriminaciones y exclusiones sociales, y la indiferencia hacia el medio ambiente. En este campo debemos poner especial atención y dedicación a proteger a los más vulnerables, al niño, a la mujer, el anciano, al enfermo, al desposeído, al marginado y al indefenso.

Debemos estar atentos para combatir toda manifestación de antisemitismo y cualquier forma de discriminación o marginación por motivos raciales o religiosos. Para ello es indispensable que el Estado y la sociedad garanticen la libertad religiosa en nuestros países.

Confiamos seguir cooperando en aras de la realización de los ideales que Dios ha señalado en nuestra común peregrinación por tierra. Por ello consideramos oportuno el diálogo con otras religiones.

Con esperanza auguramos un próximo encuentro para fortalecernos mutuamente para la consecución de estas metas, que reconocemos comunes a nuestras tradiciones de fe.

Este documento fue dado a conocer por las siguientes personalidades:

Sr. Arz. Raimundo Damasceno
Arzobispo de Aparecida, Brasil
Presidente del CELAM

Sr. Jack Terpins
Brasil
Presidente del Congreso Judío-Latinoamericano

Mons. Víctor Sánchez Espinosa
Obispo Auxiliar de México
Secretario General del CELAM

Sr. Claudio Epelman
Argentina
Director del Congreso Judío-Latinoamericano

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Inserito 01/01/1970